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Unidad de incontinencia

Un 90% de los casos de incontinencia pueden ser resueltos sin cirugía con anestesia locorregional y una estancia hospitalaria de 24 horas

La incontinencia urinaria es una situación en la que se produce una pérdida involuntaria de la orina. Generalmente ocurre cuando las personas realizan algún tipo de esfuerzo como: coger peso, toser, estornudar o simplemente caminar. Las posibilidad de padecer incontinencia urinaria aumenta con los años. De hecho, a partir de los 70 años es muy común experimentar este tipo de alteraciones del sistema urinario.

Tanto la mujer como el varón pueden beneficiarse de los nuevos métodos de tratamiento que disponemos, evitando de esta manera el grave problema social, personal y familiar que supone la perdida urinaria. Los medios actuales RADIOLOGÍA-URODINAMIA son imprescindibles para evaluar correctamente al paciente y ofrecerle el mejor tratamiento posible.

Para poder diagnosticar el problema, comenzaremos preguntándole acerca de sus síntomas y le pediremos una historia clínica completa. Es importante saber detalles acerca de su salud en general, cualquier problema que tenga, los medicamentos que esté tomando, cirugías que haya tenido, antecedentes de embarazo y enfermedades que haya tenido en el pasado. También le preguntaremos acerca de sus hábitos urinarios: con qué frecuencia evacúa la vejiga, cuándo y cómo pierde orina o cuándo tiene los accidentes.

Realizaremos un examen físico en busca de señales de cualquier condición que pueda estar causando incontinencia, tales como tumores que obstruyan las vías urinarias, materia fecal impactada, o malos reflejos que puedan estar relacionados con los nervios.

Puede hacerse un examen para determinar cuánta orina es capaz de almacenar su vejiga, o cómo están funcionando los músculos de la misma. En este examen, se le pedirá que beba mucho líquido, y que orine en una taza de medición, y después su médico medirá la orina que quede en su vejiga. Su médico también puede recomendar otros exámenes, tales como:

  • Prueba de esfuerzo – Usted se relaja, y luego tose con fuerza mientras su médico observa si hay pérdida de orina.
  • Análisis de orina – Usted suministra una muestra de orina, que es examinada en busca de señales de infección u otras causas de incontinencia.
  • Análisis de sangre – Usted suministra una muestra de sangre, que es enviada a un laboratorio para ser analizada en busca de sustancias relacionadas con las causas de la incontinencia.
  • Ultrasonido – Se utilizan ondas de sonido para tomar una imagen de los riñones, la vejiga, y la uretra, para poder ver cualquier problema en estas áreas que pueda causar incontinencia.
  • Cistoscopia – Un tubo delgado con una cámara diminuta se coloca dentro de la uretra para ver el interior de la uretra y la vejiga.
  • Examen urodinámico – Se utilizan técnicas especiales para medir la presión en la vejiga y el flujo de la orina.

Le pueden pedir que lleve un diario por un día o una semana para registrar cuándo evacúa su vejiga. Usted debería anotar en este diario cuándo orina y la cantidad de orina que produce. Para medir su orina, usted puede usar una taza especial que se coloca sobre el borde del inodoro. Estas tazas están disponibles en las farmacias o negocios de suministros quirúrgicos.

Preguntas y respuestas

¿Qué es la incontinencia urinaria y cuál es su causa?

Si usted no es capaz de contenerse para orinar hasta llegar a un baño, entonces padece lo que se denomina incontinencia urinaria (también llamado pérdida de control de la vejiga). El control de la vejiga, en cambio, significa que usted orina sólo cuando quiere hacerlo. La incontinencia puede a menudo ser temporal, y siempre es causada por una condición subyacente.

Más de 13 millones de estadounidenses padecen pérdida de control de la vejiga. Sin embargo, las mujeres sufren de incontinencia con el doble de frecuencia que los hombres. Tanto las mujeres como los hombres pueden tener problemas con el control de la vejiga debido a lesiones neurológicas (del sistema nervioso), defectos congénitos, derrames cerebrales, esclerosis múltiple (MS, por sus siglas en inglés), y problemas físicos relacionados con la vejez.

Las mujeres mayores tienen más problemas de control de la vejiga que las mujeres jóvenes. Sin embargo, la pérdida de control de la vejiga no es algo que tiene por qué suceder cuando usted madura. Esta condición puede ser tratada y a menudo curada, cualquiera sea su edad. No permita que la vergüenza por su incontinencia le impida hablar con su proveedor de atención médica acerca de su condición. Averigüe si padece una condición que requiere tratamiento.

¿Cómo es el sistema de control de la vejiga y cómo funciona?

El control de la vejiga significa más que sólo decirse a sí misma que debe esperar hasta llegar al baño para orinar. No es tan simple. Es necesario que muchos órganos, músculos y nervios en su cuerpo trabajen en forma conjunta.

La mayor parte del sistema de control de la vejiga se encuentra dentro de su pelvis, el área de su abdomen localizada entre sus caderas y debajo del ombligo. Su vejiga es un músculo con forma de globo. Cuando la vejiga almacena orina, el músculo de la vejiga se relaja. Cuando usted orina, el músculo se contrae para expulsar la orina.

Hay más músculos que ayudan al control de la vejiga. Dos músculos esfínteres rodean al tubo que lleva la orina desde su vejiga hacia una abertura en el frente de su vagina. Este tubo se llama uretra. La orina sale de su cuerpo a través de este tubo. Los músculos esfínteres mantienen cerrada la uretra apretándola como si fuesen bandas elásticas.

Los músculos del suelo pélvico sostienen el útero, o matriz, el recto y la vejiga.También ayudan a mantener cerrada la uretra.

Cuando la vejiga está llena, los nervios en la vejiga envían señales a su cerebro. Es entonces que usted tiene la necesidad de orinar. Una vez que usted llega al baño, su cerebro le envía un mensaje a los músculos esfínteres y a los músculos del relajen. El cerebro también les dice a los músculos de la vejiga que se contraigan para expulsar la orina de la vejiga.

La pérdida de control de la vejiga suele suceder debido a problemas con los músculos que ayudan a sostener o liberar la orina: el músculo de la vejiga, los músculos esfínteres, y los músculos del suelo pélvico. La incontinencia ocurre si sus músculos de la vejiga de pronto se contraen (o aprietan) o si los músculos que rodean la uretra de pronto se relajan.

¿Existen diferente tipos de incontinencia urinaria?

Sí, existen distintos tipos de incontinencia. Entre ellos están:

  • Incontinencia de esfuerzo
  • Incontinencia de urgencia
  • Incontinencia funcional
  • Incontinencia por rebosamiento
  • Incontinencia mixta
  • Incontinencia transitoria
¿Afecta el embarazo, el parto y la menopausia a la incontinencia urinaria?

¿AFECTAN EL EMBARAZO, EL PARTO Y LA MENOPAUSIA A LA INCONTINENCIA URINARIA?

Sí. Durante el embarazo, el peso adicional y la presión del futuro bebé pueden debilitar los músculos del suelo pélvico, lo que afecta su habilidad para controlar su vejiga. A veces la posición de su vejiga y de su uretra pueden cambiar debido a la posición del bebé, lo que puede causar problemas. El parto vaginal y una episiotomía (el corte en el músculo que facilita la salida del bebé) pueden debilitar los músculos de control de la vejiga. Además, el embrazo y el parto pueden causar daños a los nervios de control de la vejiga.

Luego del parto, el problema de la incontinencia urinaria suele desaparecer por sí solo. Pero si aún sigue teniendo problemas 6 meses después del parto, hable con su proveedor de atención médica. Los problemas de control de la vejiga no siempre aparecen inmediatamente después del parto. Algunas mujeres no tienen problemas de incontinencia hasta que llegan a los 40 años de edad.

La menopausia (cuando sus períodos se detienen por completo) puede causar problemas de control de vejiga para algunas mujeres. Durante la menopausia, la cantidad de la hormona femenina estrógeno que hay en su cuerpo comienza a disminuir. La falta de estrógeno hace que sus músculos de control de la vejiga se debiliten. El estrógeno controla la forma en que su cuerpo madura, sus períodos menstruales, y los cambios corporales durante el embarazo y el amamantamiento. El estrógeno también ayuda a mantener grueso y saludable el revestimiento de la vejiga y la uretra.

Hable con su proveedor de atención médica sobre si el tomar estrógeno para prevenir mayores problemas de control de la vejiga es lo indicado para usted. Dígale si existen antecedentes de cáncer en su familia. Si usted tiene un alto riesgo de cáncer de seno o de útero, puede que su proveedor de atención médica no le recete estrógeno.

Chequeo y diagnóstico

Para poder diagnosticar el problema, comenzaremos preguntándole acerca de sus síntomas y le pediremos una historia clínica completa. Es importante saber detalles acerca de su salud en general, cualquier problema que tenga, los medicamentos que esté tomando, cirugías que haya tenido, antecedentes de embarazo y enfermedades que haya tenido en el pasado. También le preguntaremos acerca de sus hábitos urinarios: con qué frecuencia evacúa la vejiga, cuándo y cómo pierde orina o cuándo tiene los accidentes.

Realizaremos un examen físico en busca de señales de cualquier condición que pueda estar causando incontinencia, tales como tumores que obstruyan las vías urinarias, materia fecal impactada, o malos reflejos que puedan estar relacionados con los nervios.

Puede hacerse un examen para determinar cuánta orina es capaz de almacenar su vejiga, o cómo están funcionando los músculos de la misma. En este examen, se le pedirá que beba mucho líquido, y que orine en una taza de medición, y después su médico medirá la orina que quede en su vejiga. Su médico también puede recomendar otros exámenes, tales como:

  • Prueba de esfuerzo – Usted se relaja, y luego tose con fuerza mientras su médico observa si hay pérdida de orina.
  • Análisis de orina – Usted suministra una muestra de orina, que es examinada en busca de señales de infección u otras causas de incontinencia.
  • Análisis de sangre – Usted suministra una muestra de sangre, que es enviada a un laboratorio para ser analizada en busca de sustancias relacionadas con las causas de la incontinencia.
  • Ultrasonido – Se utilizan ondas de sonido para tomar una imagen de los riñones, la vejiga, y la uretra, para poder ver cualquier problema en estas áreas que pueda causar incontinencia.
  • Cistoscopia – Un tubo delgado con una cámara diminuta se coloca dentro de la uretra para ver el interior de la uretra y la vejiga.
  • Examen urodinámico – Se utilizan técnicas especiales para medir la presión en la vejiga y el flujo de la orina.

Le pueden pedir que lleve un diario por un día o una semana para registrar cuándo evacúa su vejiga. Usted debería anotar en este diario cuándo orina y la cantidad de orina que produce. Para medir su orina, usted puede usar una taza especial que se coloca sobre el borde del inodoro. Estas tazas están disponibles en las farmacias o negocios de suministros quirúrgicos.

Preguntas y respuestas

¿Qué es la incontinencia urinaria y cuál es su causa?

Si usted no es capaz de contenerse para orinar hasta llegar a un baño, entonces padece lo que se denomina incontinencia urinaria (también llamado pérdida de control de la vejiga). El control de la vejiga, en cambio, significa que usted orina sólo cuando quiere hacerlo. La incontinencia puede a menudo ser temporal, y siempre es causada por una condición subyacente.

Más de 13 millones de estadounidenses padecen pérdida de control de la vejiga. Sin embargo, las mujeres sufren de incontinencia con el doble de frecuencia que los hombres. Tanto las mujeres como los hombres pueden tener problemas con el control de la vejiga debido a lesiones neurológicas (del sistema nervioso), defectos congénitos, derrames cerebrales, esclerosis múltiple (MS, por sus siglas en inglés), y problemas físicos relacionados con la vejez.

Las mujeres mayores tienen más problemas de control de la vejiga que las mujeres jóvenes. Sin embargo, la pérdida de control de la vejiga no es algo que tiene por qué suceder cuando usted madura. Esta condición puede ser tratada y a menudo curada, cualquiera sea su edad. No permita que la vergüenza por su incontinencia le impida hablar con su proveedor de atención médica acerca de su condición. Averigüe si padece una condición que requiere tratamiento.

¿Cómo es el sistema de control de la vejiga y cómo funciona?

El control de la vejiga significa más que sólo decirse a sí misma que debe esperar hasta llegar al baño para orinar. No es tan simple. Es necesario que muchos órganos, músculos y nervios en su cuerpo trabajen en forma conjunta.

La mayor parte del sistema de control de la vejiga se encuentra dentro de su pelvis, el área de su abdomen localizada entre sus caderas y debajo del ombligo. Su vejiga es un músculo con forma de globo. Cuando la vejiga almacena orina, el músculo de la vejiga se relaja. Cuando usted orina, el músculo se contrae para expulsar la orina.

Hay más músculos que ayudan al control de la vejiga. Dos músculos esfínteres rodean al tubo que lleva la orina desde su vejiga hacia una abertura en el frente de su vagina. Este tubo se llama uretra. La orina sale de su cuerpo a través de este tubo. Los músculos esfínteres mantienen cerrada la uretra apretándola como si fuesen bandas elásticas.

Los músculos del suelo pélvico sostienen el útero, o matriz, el recto y la vejiga.También ayudan a mantener cerrada la uretra.

Cuando la vejiga está llena, los nervios en la vejiga envían señales a su cerebro. Es entonces que usted tiene la necesidad de orinar. Una vez que usted llega al baño, su cerebro le envía un mensaje a los músculos esfínteres y a los músculos del relajen. El cerebro también les dice a los músculos de la vejiga que se contraigan para expulsar la orina de la vejiga.

La pérdida de control de la vejiga suele suceder debido a problemas con los músculos que ayudan a sostener o liberar la orina: el músculo de la vejiga, los músculos esfínteres, y los músculos del suelo pélvico. La incontinencia ocurre si sus músculos de la vejiga de pronto se contraen (o aprietan) o si los músculos que rodean la uretra de pronto se relajan.

¿Existen diferente tipos de incontinencia urinaria?

Sí, existen distintos tipos de incontinencia. Entre ellos están:

  • Incontinencia de esfuerzo
  • Incontinencia de urgencia
  • Incontinencia funcional
  • Incontinencia por rebosamiento
  • Incontinencia mixta
  • Incontinencia transitoria
¿Afecta el embarazo, el parto y la menopausia a la incontinencia urinaria?

¿AFECTAN EL EMBARAZO, EL PARTO Y LA MENOPAUSIA A LA INCONTINENCIA URINARIA?

Sí. Durante el embarazo, el peso adicional y la presión del futuro bebé pueden debilitar los músculos del suelo pélvico, lo que afecta su habilidad para controlar su vejiga. A veces la posición de su vejiga y de su uretra pueden cambiar debido a la posición del bebé, lo que puede causar problemas. El parto vaginal y una episiotomía (el corte en el músculo que facilita la salida del bebé) pueden debilitar los músculos de control de la vejiga. Además, el embrazo y el parto pueden causar daños a los nervios de control de la vejiga.

Luego del parto, el problema de la incontinencia urinaria suele desaparecer por sí solo. Pero si aún sigue teniendo problemas 6 meses después del parto, hable con su proveedor de atención médica. Los problemas de control de la vejiga no siempre aparecen inmediatamente después del parto. Algunas mujeres no tienen problemas de incontinencia hasta que llegan a los 40 años de edad.

La menopausia (cuando sus períodos se detienen por completo) puede causar problemas de control de vejiga para algunas mujeres. Durante la menopausia, la cantidad de la hormona femenina estrógeno que hay en su cuerpo comienza a disminuir. La falta de estrógeno hace que sus músculos de control de la vejiga se debiliten. El estrógeno controla la forma en que su cuerpo madura, sus períodos menstruales, y los cambios corporales durante el embarazo y el amamantamiento. El estrógeno también ayuda a mantener grueso y saludable el revestimiento de la vejiga y la uretra.

Hable con su proveedor de atención médica sobre si el tomar estrógeno para prevenir mayores problemas de control de la vejiga es lo indicado para usted. Dígale si existen antecedentes de cáncer en su familia. Si usted tiene un alto riesgo de cáncer de seno o de útero, puede que su proveedor de atención médica no le recete estrógeno.

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